Hace escasos días comentaba con unos compañeros budoka la conveniencia o no del tameshi-giri para una mejor comprensión del trabajo de Iaido y Kenjutsu. Como siempre afloraron las dos posturas, una a favor y otra en contra de su utilización.
En la actualidad el termino “tameshi-giri” (prueba de corte) hace referencia al propósito de comprobar y/o desarrollar las habilidades del practicante utilizando el sable japonés Katana, cortando objetivos básicamente estáticos tipo makiwara, goza, tatami-omote, bambú, etc.
En la actualidad el termino “tameshi-giri” (prueba de corte) hace referencia al propósito de comprobar y/o desarrollar las habilidades del practicante utilizando el sable japonés Katana, cortando objetivos básicamente estáticos tipo makiwara, goza, tatami-omote, bambú, etc.
La expresión “tameshi-giri” no indica por sí misma, explícita o implícitamente, qué es aquello que debe probarse. En otras palabras, el término por sí mismo no especifica si se trata de “probar la calidad de las hojas” o “probar la habilidad del practicante”.
Acorde con la versión online del “Daijirin”, un moderno diccionario enciclopédico japonés-japonés, el término “tameshi-giri” se define como “el procedimiento para probar la habilidad de corte de las espadas cortando humanos y animales”. En otro diccionario japonés-japonés (Hisamatsu y Sato, 1976), “tameshi-giri” es definido como “cortar humanos o maki-wara con el objeto de probar la habilidad de corte de las espadas”. En general parece que los Diccionarios japoneses definen al “tameshi-giri” con el objetivo y propósito de probar la capacidad de corte (y la calidad) de los sables más que las habilidades de los practicantes/expertos tal como se entiende hoy en día, tanto en Occidente como en Oriente, su uso.
Las definiciones de los diccionarios japoneses tienen su raíz en la historia del país ya que el “tameshi-giri” tal como se practicaba por los samurai de la época significaba “probar las espadas cortando humanos”. Los registros de “tameshi-giri” comienzan a aparecer frecuentemente en documentos históricos (públicos y privados) a partir de mediados del siglo XVII y preferentemente se le denomina como “o-tameshi” o simplemente “tameshi” siempre significando la misma cosa: “probar la capacidad de corte de las espadas cortando criminales convictos después de que estos hubieran sido decapitados aunque también a veces como forma de ejecución”. El “tameshi” estaba pues ligado de forma legítima en el contexto del sistema de ajusticiamiento en el Japón feudal y no como excepción sino como norma al menos hasta finales del siglo XVIII y principios de XIX.
La práctica del “tameshi” con el objeto de probar las propias espadas llegó a ser tan popular entre los samurai de alto rango que muchos documentos históricos describen cómo los samurai en el siglo XVII trataban de obtener (incluso comprándolos) cuerpos de criminales ejecutados procedentes de las cárceles. Incluso los samurai pudientes llegaron a utilizar a mediados del siglo XVII los cuerpos de ahogados y muertos por inanición lo que provocó que diferentes “Han” (provincias-estados), regularan nuevas leyes acerca del uso de los cuerpos para la práctica del “tameshi” provocando un declive en su práctica en el entorno puramente marcial y reduciéndolo a un contexto de ritual en el ajusticiamiento criminal.
Muchos samurai de alto rango así como Daimyo era devotos de esta práctica la cual era efectuada en este caso de una manera más formal y respetuosa y era denominada “0-tameshi”. Existen muchos documentos con registros de nombres de estos altos cargos que efectuaron “tameshi” sobre cuerpos de ajusticiados, algunos de ellos son:
La práctica del “tameshi” con el objeto de probar las propias espadas llegó a ser tan popular entre los samurai de alto rango que muchos documentos históricos describen cómo los samurai en el siglo XVII trataban de obtener (incluso comprándolos) cuerpos de criminales ejecutados procedentes de las cárceles. Incluso los samurai pudientes llegaron a utilizar a mediados del siglo XVII los cuerpos de ahogados y muertos por inanición lo que provocó que diferentes “Han” (provincias-estados), regularan nuevas leyes acerca del uso de los cuerpos para la práctica del “tameshi” provocando un declive en su práctica en el entorno puramente marcial y reduciéndolo a un contexto de ritual en el ajusticiamiento criminal.
Muchos samurai de alto rango así como Daimyo era devotos de esta práctica la cual era efectuada en este caso de una manera más formal y respetuosa y era denominada “0-tameshi”. Existen muchos documentos con registros de nombres de estos altos cargos que efectuaron “tameshi” sobre cuerpos de ajusticiados, algunos de ellos son:
- Tokugawa Yorinobu (un hijo de Tokugawa Ieyasu y primer Señor de la provincia de Kii)
- Tokugawa Yorifusa (otro hijo de Tokugawa Ieyasu y primer Señor de la provincia de Mito)
- Tokugawa Mitsukuni (un hijo de Tokugawa Yosifusa y segundo Señor de la provincia de Mito)
- Honta Masakatsu (el Señor de la provincia de Kohriyama)
- Horie Tadaharu (el Señor de la provincia de Matsue)
Durante el siglo XVIII y ante la falta de necesidad de mantener los samurai sus habilidades marciales ya que se habían convertido básicamente en burócratas, la práctica del “o-tameshi” efectuada por los samurai de alto rango tuvo un rápido declive dejando de ser corriente entre ellos y comenzaron a aparecer los denominados “otameshi-geisha” los cuales solían provenir de un estatus samurai bajo pero siendo muy diestros con la katana. Ellos fueron quienes se encargaron de comprobar las calidades de las hojas de los samurai de alto rango que los contrataban a este efecto. A pesar del bajo estatus en la jerarquía burocrática de estos “otameshi-geisha”, muchos disponían de su propio dojo donde tenían estudiantes, todos ellos de la clase samurai, enteramente dedicados al perfeccionamiento de sus habilidades en el “tameshi-giri”.
Se sabe de una de las reconocidas familias de “otameshi-geisha”, la de los Yamada, que con el objeto de incrementar su renta familiar, obtenian ingresos extra mediante la obtención y venta de ciertas esencias químicas obtenidas de los riñones de los cuerpos que habían utilizado para “tameshi”.
Debido a las sucesivas leyes que fueron saliendo a la luz regulando el uso de los cuerpos para la practica del “tameshi” , estas familias de expertos no disponian regularmente de cuerpos para su entrenamiento en los dojo por lo que la mayoría practicaba regularmente con medios alternativos tales como makiwara, goza o bambú ya que disponían de unas características aproximadas de peso y densidad a la de los cuerpos reales. Estas prácticas fueron adaptadas con el tiempo por practicantes de Iaido y Kenjutsu de antaño dando origen a la noción “moderna” del “tameshi-giri” la cual, como se ve, es complemente diferente de aquella que tenía la gente en Japón durante el tiempo de los samurai. Así, actualmente “tameshi-giri” se refiere primordialmente a la prueba de corte de un objeto, que se supone que simula la carne humana y los huesos, para evaluar la habilidad de un practicante así como medio para desarrollar una habilidad adecuada para cortar con la katana.
Existen en la actualidad formas distintas de entender el Iaido y el Kenjutsu entre los practicantes y así, mientras que unos abogan por el uso del “tameshi-giri” otros lo rechazan.
Se sabe de una de las reconocidas familias de “otameshi-geisha”, la de los Yamada, que con el objeto de incrementar su renta familiar, obtenian ingresos extra mediante la obtención y venta de ciertas esencias químicas obtenidas de los riñones de los cuerpos que habían utilizado para “tameshi”.
Debido a las sucesivas leyes que fueron saliendo a la luz regulando el uso de los cuerpos para la practica del “tameshi” , estas familias de expertos no disponian regularmente de cuerpos para su entrenamiento en los dojo por lo que la mayoría practicaba regularmente con medios alternativos tales como makiwara, goza o bambú ya que disponían de unas características aproximadas de peso y densidad a la de los cuerpos reales. Estas prácticas fueron adaptadas con el tiempo por practicantes de Iaido y Kenjutsu de antaño dando origen a la noción “moderna” del “tameshi-giri” la cual, como se ve, es complemente diferente de aquella que tenía la gente en Japón durante el tiempo de los samurai. Así, actualmente “tameshi-giri” se refiere primordialmente a la prueba de corte de un objeto, que se supone que simula la carne humana y los huesos, para evaluar la habilidad de un practicante así como medio para desarrollar una habilidad adecuada para cortar con la katana.
Existen en la actualidad formas distintas de entender el Iaido y el Kenjutsu entre los practicantes y así, mientras que unos abogan por el uso del “tameshi-giri” otros lo rechazan.
Se da el caso que en las tradiciones de Iaido que estudio, en todas ellas se utiliza el “tameshi-giri” de una u otra forma. Así, en el caso de MUGAI RYU IAIHEIDO, algunos linajes (como es el caso de Meishi-ha de Niina sensei) practican con regularidad pruebas de corte mientras que otros como la línea de Kyushu del Soke Kai Kuniyuki no lo hacen oficialmente aunque se da libertad de práctica. En cuanto a TATSUMI RYU HEIHO la práctica del Tameshi-giri no se lleva a cabo hasta disponer de unos conocimientos considerados “suficientes” en el arte de la espada lo que equivale a decir que no se considera recomendable el trabajo con shinken hasta la obtención, como mínimo de un 4º o 5º Dan. Por último, TOYAMA RYU BATTÔ-JUTSU considera esencial la práctica regular del “tameshi-giri” con el objeto de obtener la máxima eficacia en la realización de los cortes y el manejo correcto de la espada mediante la utilización de un shinken.
Son bien conocidos los planteamientos de los defensores del “tameshi-giri” aunque tal vez no tanto los de aquellos que opinan lo contrario, por este motivo incluyo unas palabras de Esaka sensei (10º dan “Hanshi” Muso Jikiden Eishin-ryu) al respecto:
“El Tameshi-giri está prohibido por la ZNIR (Zen Nihon Iaido Renmei), la única organización japonesa especializada en Iaido”.
“Uno debe considerar que la espada japonesa no es una herramienta, tanto si se trata de un shinken o de un mogitô (Iaitô). En Japón la espada japonesa (Nihon-tô) ha mantenido una muy importante, y a veces mística, posición en la sociedad. Es todavía uno de los tres tesoros de la familia Imperial, conjuntamente con el espejo y la joya. Así que se cree que la espada posee propiedades sagradas. Teniendo esto en consideración, el acto de usar una espada para cortar algo es semejante a que alguien use una cruz católica para golpear un árbol.”
Son bien conocidos los planteamientos de los defensores del “tameshi-giri” aunque tal vez no tanto los de aquellos que opinan lo contrario, por este motivo incluyo unas palabras de Esaka sensei (10º dan “Hanshi” Muso Jikiden Eishin-ryu) al respecto:
“El Tameshi-giri está prohibido por la ZNIR (Zen Nihon Iaido Renmei), la única organización japonesa especializada en Iaido”.
“Uno debe considerar que la espada japonesa no es una herramienta, tanto si se trata de un shinken o de un mogitô (Iaitô). En Japón la espada japonesa (Nihon-tô) ha mantenido una muy importante, y a veces mística, posición en la sociedad. Es todavía uno de los tres tesoros de la familia Imperial, conjuntamente con el espejo y la joya. Así que se cree que la espada posee propiedades sagradas. Teniendo esto en consideración, el acto de usar una espada para cortar algo es semejante a que alguien use una cruz católica para golpear un árbol.”
“Usar una espada para cortar algo es un acto de lo más irrespetuoso hacia su forjador y la espada, la cual el samurai consideraba su alma. (De hecho la etiqueta a la espada requiere que uno la trate con el mayor respeto en todo momento; por ejemplo, uno no debería pasar por encima de ella o tocar la hoja con sus manos.)”
Personalmente creo que es necesario, para una correcta profundización en el arte de la espada, tener la posibilidad de cortar realmente. Bajo mi punto de vista, el hecho de practicar regularmente el tameshi-giri, no únicamente no desprestigia la katana sino que nos permite conocerla más a fondo, de igual forma que hace que nuestro “estado de alerta” sea más intenso y acorde con la realidad. Si nuestra técnica funciona, cortamos. Si nuestra técnica es bella pero no correcta, no cortamos. Si nuestro estado de alerta no está al 100%, corremos un peligro real de herir a un compañero o a nosotros mismos.
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